Hace un montón que no escribo aquí, hace un montón que no me peso, hace un montón que mi vida es una locura caótica... Pero hoy cumplo 37 años y quería dedicar 5 minutos a dar gracias a la vida públicamente. Gracias porque a pesar de todas las dificultades, de los errores paternos, de los traumas infantiles, de las culpas autoinfligidas contra las que toca luchar a menudo... a pesar de los miedos, las inseguridades, el dolor del cuerpo y del alma... a pesar de todos aquellos que sufren aquí y allá, de las lágrimas por lo conocido y lo ajeno, las injusticias, el hambre, la guerra, lo que nos duele cerca y lo que, aunque no queramos, también nos duele de lejos, esta cabrona maravillosa e incomprensible, este suspiro intenso que es la vida, merece la pena.
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